¿SMS o MMS? Antes de decidir con cuál te quedas, te invitamos a conocer sus principales diferencias

Quizás te estés preguntando cómo es la mejor manera de comunicarte con tus clientes o a través de cuál medio o canal es más efectivo llevar a cabo campañas de marketing, estrategias de retención y de fidelización y más. Por eso, antes que nada, queremos aclarar que ninguna decisión que tomes es necesariamente “mala” o “buena”, siempre y cuando sea una decisión informada y orientada a datos. ¡En el conocimiento está el poder!

Pero, primero lo primero…

¡He aquí una de las principales diferencias entre los SMS y los MMS! Y es que, mientras que los SMS permiten únicamente el envío de texto, los MMS incorporan dentro de su oferta de formatos: texto, imágenes y videos cortos.

Quizás, en un primer momento, pienses “¡Genial! En ese caso, los MMS son mejores.”, pero por desgracia no es tan sencillo ya que lo anterior tendrá implicaciones importantes en los costos operativos y en el envío de los mensajes… ¡pero no nos adelantemos!

Mientras que los SMS tienen una extensión o límite de caracteres reducida (160 caracteres), los MMS pueden incluso llegar a los 1600 caracteres.

Sin embargo, debes tener en cuenta la importancia de no abusar de la extensión de tus mensajes, en especial si estos irán acompañados de video o imagen, ya que las mismas dimensiones de los celulares móviles deberán ser considerados para así evitar que el usuario deba dar demasiado scroll o que sea demasiado contenido a la vez visualizado desde una pequeña pantalla.

Este es un importante punto a considerar. Y es que, mientras que los SMS cuentan con un amplio alcance debido a su compatibilidad con la mayoría d ellos dispositivos móviles a nivel mundial, no todos los celulares son compatibles con los MMS. Como norma general, aquellos teléfonos móviles que carecen de una cámara incorporada no suelen ser compatibles con el envío de MMS.

En este orden de ideas, es importante tener claridad respecto de los dispositivos con los que cuentan tus clientes, partiendo de su perfil demográfico y demás características. Al final del día, de nada sirve enviar un mensaje grandioso y atractivo, si el recipiente no terminará por recibirlo, ¿estamos de acuerdo?

Cabe destacar que, dependiendo del tipo de envío, algunos mensajes no pueden ser recibidos o enviados por los proveedores de servicios por contar con una amplia cantidad de información que resulta siendo difícil de procesar o de ‘recepcionar’. Lo anterior implica además que -sin duda- los MMS tienden a tardar más tiempo en cargarse o descargarse.

De otro lado, los SMS no necesitan de conexión a internet para su oportuna recepción, lo que los hace muy convenientes, asegurando que los destinatarios podrán acceder a estos mensajes sin importar que se hallen en el medio de la selva. Por su parte, los MMS necesitan de un uso mínimo de datos móviles (3,75 MB aprox.), lo que resulta problemático cuando se tiene en cuentan que muchos operadores cuentan con límites de datos considerablemente más bajos. ¿Palabras más, palabras menos? Los MMS demandan que tus clientes cuenten con conexión a internet o, en su defecto, ¡con un muy buen plan de datos!

Como empresa, resulta mucho más económico acudir a los SMS que los MMS, por sus mismas funcionalidades e incluso debido a su limitación de caracteres.

Sumado a todo lo ya mencionado, el envío de mensajes multimedia (MMS) requiere de una infraestructura, en términos de redes y de envío, un tanto -mucho- más compleja. Y es que, en el caso de los MMS, además de tener que pasar por las torres de telecomunicaciones móviles (al igual que los SMS), estos deben además pasar por un MMSC (Multimedia Messaging Service Center / Centro de Servicio de Mensajería Multimedia). Por lo mismo, dicha infraestructura adicional implica costos más elevados en su implementación.

¡La respuesta a esta pregunta dependerá de las particularidades de tus clientes, tu presupuesto, tus metas y objetivos! Dicho de otro modo: no existe una única respuesta.

Al final, cada empresa y cada caso particular determinará la elección entre SMS y MMS. Por ejemplo, si por algún motivo, necesitas una mayor extensión en un mensaje, más vale pagar por el envío de MMS que tener que hacer múltiples envíos de SMS en los que el texto se vea fragmentado en múltiples mensajes -y notificaciones de mensajes recibidos- dañando así la experiencia de lectura del usuario. Si consideras que no es necesario ivnertir tanto dinero y que con solo el formato de texto basta para el fin que deseas obtener, entonces los SMS son una magnífica opción.